Ayer pasé la tarde por el casco antiguo de Barcelona con mi amigo Alex. Estuvimos haciendo lo que toda marica por aquella zona, shopping en las tiendas habituales de moda (Pull & Bear, Jack & Jones, H &M, C& A, Springfield, New Yorker...) y luego también curioseando trapitos en las pequeñas de la zona, más para gente tiradilla y sin clase, perfectamente criticables, pero en las que a veces encuentras algún trapito con el que matar de envidia a alguna perra mala en la disco.
Cuando acabamos, fuimos a tomarnos un cafetito caliente a una cafetería muy conocida entre el loquerío habitual de Barcelona ( no diré su nombre para hacer promo gratis), pero vamos, muy cercana a la plaza Sant Jaume... y mientras nos tomábamos nuestro café con leche y capuccino, respectivamente, se sentaron al lado dos feas horrorosas de lo peor y nos dieron la tarde.
Las susodichas, que respondían al nombre de Juanma y Micky (que lo se porque repetian sus nombres a voz en grito contínuamente, no por ningún interés o conocimiento enfermizo), estaban todo el rato gritando como sordas descosidas mientras perreaban por el Grindr, haciendo comentarios sobre quienes veían, que digo yo, estando en el mismo sitio saldrían los mismos en ambos móviles, pero bueno, ellas son así... La cuestión es que la tal Juanma además habla de su novio descaradamente, sobre como le ponía los cuernos "porque se lo merecía por no tenerla satisfecha"... todo eso mientras "grinderaba" y hablaba contínuamente de pollas y pollones, era evidente que era más pasiva que una puerta... Y para rematar, cuando su amiga Micky fue un momento al lavabo, se nos giró a Alex y a mi y nos preguntó toda descarada, enseñándonos su móvil con el grindr abierto:
- Hola chicos ¿os parece que este tio es pollón?
¿Pero que coño de forma es esa de entrarle a alguien? ¡un poco de dignidad por favor, luego las maricas tenemos mala fama de promiscuas (que lo somos), pero es que vamos ¡todo tiene un límite!
La cuestión es que al final, la zorra se fue con su amiga Micky a tomar por culo por ahí, y al levantarse, como Alex y yo no nos dignamos a contestar a semejante pregunta, dejó caer:
-Bueno, Micky, vamos por ahí a otro sitio a ver si hay gente menos reprimida, que parece que no se hayan comido una polla nunca...
Uffffff, le habría arrancado la polla y se la habría metido por su propio culo en ese momento, que creo que no lo hice porque seguro que le habría gustado. Pues nada, que no quiero zorras como esa cerca mío y que por desgracia gracias a ellas (rpincipalmente) tenemos la fama que tenemos.
Postdata, Juanma... Muereté... ¡Maldita zorra!
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